Caminar por el mundo del arte de la mano de Man Ray es verse inmerso en caminos que se van dibujando al azar, solo para entender de repente que había cosas que ya estaban hechas, pero que con todo y eso…aun sorprenden. Su obra va abriendo ventanas de diferentes habitaciones en las que no tiene importancia el hecho de llamarlas maravillosas, fantásticas, reales maravillosas o surreales, ya que ellas mismas van formando una larga palabra que por medio de la asociaciónón eterna de ideas e interpretaciones rompe los límites del lenguaje. Creador y espectador van desarrollando una conversación que entra y sale de la realidad, la reordena y la rectifica para finalmente dejarla salir por pequeñas ranuras.
Ir de la mano de Man Ray es no conformarse, es explorar y doblar la personalidad en pliegues asimétricos que al desdoblarse juegan rayuela como niños reflejados en espejos paralelos. Sus pinturas hablan de un lado tradicional que se reconforta en las fuerzas inesperadas que la afectan, sus dibujos reafirman la recurrencia de las manos en su obra fotográfica, sus litografías comunican las ganas de romper la comodidad de la especialización y sus procesos fotográficos y ready mades son su lado más visionario e inquieto. Pero con todo y esto, Man Ray se sintió siempre más pintor que cualquier otra cosa, razón por la cual la diversidad y solidez de sus procesos y sus visiones por fuera de la pintura tienen una condición más interesante por tratarse de cosas que en sí mismas estaban por fuera de los deseos de su realidad personal.
Muchos lo han llamado el renacentista del siglo XX y no se han quedado cortos en tratar de situarlo en un lugar del arte ya que su trabajo es un eslabón- de alguna manera informal- que nutre a movimientos tan importantes como el dadaísmo, el surrealismo y a su vez al arte contemporáneo. Pero no termina ahí, tras renacer sigue el curso natural que le corresponde y nace de nuevo en lo que parecen ser otros mundos, a veces extraños y a veces domésticos.
La exposición temporal que ha sido llamada igual que su creador, Man Ray, se puede visitar actualmente en el Museo del Banco de la República de Bogotá hasta el 15 de Enero de 2011. Visítenla cuantas veces puedan y si tienen tiempo no se pierdan la exposición permanente del Museo Botero en la que podrán ver obras de relevancia histórica como Joan Miró, Pablo Picasso, Salvador Dalí, Alberto Giacometti, Max Ernst y Georges Braque entre otros.
Dirección: Calle 11 # 4-21 (Frente a la Biblioteca Luis Ángel Arango)
Horarios: Lunes a sábado de 9:00 a.m. a 7:00 p.m.
Domingos y festivos de 10:00 a.m. a 5:00 p.m.
Cerrado los martes.